viernes, 13 de julio de 2012


ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA.

Hurgaron los gritos su silencio,
después de hundir palabras...
en huecos que los sonidos cantan.

Arrasó con sus puños
la estropeada nostalgia
y entre risas surgió invulnerable ella,  casi calva.

Soplaron como el fuego sus llamas
aullaron ajadas tempestades, 
bramando sobre el destino, que de pasado adornaba.

Con ungüentos,  los rasguños acariciaba
sangre destiñida bañó su lomo...
Bebió de las nubes y agotó el agua.

Tenaz pronunció basta
y se reveló arrodillada en su casta,
diluviaron estrellas, lloraron las piedras por su alma.

Estremeció las entrañas que parían albas.
Tembló la vida encarnada de arco iris, 
bosquejó suspiros y rió lágrimas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario